Cómo un sistema de retención infantil protege a nuestro bebé

La viscoelasticidad es una propiedad de los materiales que les permite absorber la energía de un impacto y redistribuirla en forma de deformación. Esta propiedad ha hecho que la viscoelástica sea ampliamente utilizada en la fabricación de sistemas de retención infantil para vehículos.

La viscoelasticidad se logra utilizando materiales que tienen una estructura molecular que les permite deformarse y volver a su forma original después de un impacto. El material utilizado en los sistemas de retención infantil suele ser una espuma viscoelástica, que se compone de celdas microscópicas que se deforman y recuperan su forma original.

La capacidad de absorción de un golpe de un SRI, se mide por el grosor de la capa de viscoelástica, y no por el relleno de espuma que compone el acolchado de la silla. Ésto último simplemente mejora la comodidad, pero no la seguridad.

La espuma viscoelástica es un material muy efectivo para absorber la energía de un impacto porque es capaz de distribuir la fuerza a lo largo de toda su superficie. Esto significa que, en lugar de concentrar la fuerza en un punto, la espuma viscoelástica se deforma y distribuye la energía a lo largo de toda su superficie.

En conclusión, la viscoelasticidad es una propiedad esencial de los sistemas de retención infantil en vehículos. Gracias a ella, se puede reducir la fuerza de un impacto en el cuerpo del niño y, por lo tanto, disminuir la posibilidad de lesiones graves en caso de un accidente de tráfico.

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